PINTUCOS

Pintucos somos dos, somos zapatitos de bebé pintados a mano y yo.

Soy María José, creadora de Pintucos.
Desde pequeña me encanta dibujar, pintar, imaginar, diseñar... y me apasionan los zapatos !!!
Para mí no son un simple complemento, son una vía de comunicación, una forma de expresión, un arranque de imaginación; son una forma de lucir la originalidad, lo único y exclusivo, lo artesano, lo personal; es una forma de marcar el gusto por la moda, moda con arte.
Desde hace tiempo creo estos diseños para hacer algún regalo o para lucir yo misma en eventos especiales, y por su acogida me lanzo a ponerlos a disposición de todo aquel que quiera hacer un regalo personalizado.

Todo empezó a tomar forma cuando Javier, mi compañero de vida y de aventuras me animó a desarrollar esta idea. Fuimos a Villena (Alicante) para ver en persona y poder comprobar la calidad de los zapatos que allí se fabrican, zapatos de piel hechos a mano y por encargo, de esta manera cerramos esta idea con un "Made in Spain". Un viaje que me llenó de buena energía y de ilusión.

De vuelta a Madrid, cargados de zapatos para experimentar con colores y texturas, comienza el trabajo: pincel en mano, mesa de escritorio llena de trapos, tarros y botes... cerrar los ojos y recordar lo que siento cuando mis sobrinos me dan un abrazo, me dicen que me quieren "muuuuuuchossss millones" o me dan "besos de sabores"; ellos son mi inspiración, así como mi curiosidad por cambiar el aspecto de las cosas, por darle vida y personalizarlas.

De la suma de estos sentimientos y de lo bien que me lo paso pintando e imaginando los zapatos puestos, surgió Pintucos.

Hay encargos que hago con total libertad porque el interés es que el bebé lleve unos zapatos diferentes, y hay encargos en los que me solicitan reflejar algún motivo especial, como una flor, un recuerdo, una afición, una profesión... en estos casos el proceso se hace aún más especial, ya que la persona que desea tenerlos participa de principio a fin en la elaboración.

Pintucos son zapatos 100% piel, lo que permite que los diseños queden fijados en ellos. Es un proceso artesanal hecho con mucho mimo y amor. Mi mayor ilusión y recompensa es que gusten mucho y provoquen una gran sonrisa.